Durante los años 20 y 30, los fotógrafos se fueron interesando cada vez más por las copias en color. Al menos en parte, este interés se vio espoleado por el desarrollo de la industria de las revistas que floreció en Estados Unidos durante la década de los años 20. Publicaciones de gran tirada como, National Geographic y el Saturday Evening Post, pudieron permitirse el lujo de montar sus propias instalaciones para el tiraje de copias en color, y el mercado se amplió con el fin de anunciar productos comerciales.

Para el fotógrafo abnegado que tiraba sus propias copias en color, la técnica del papel carbro (La impresión de Carbro es básicamente un proceso de transferencia. Un proceso de carbón para producir impresiones fotográficas (copias al carbón) en las cuales la transferencia del carbón se hace sensible cuando está colocado en contacto con una impresión de plata desarrollada en bromuro. Este proceso tiene las mismas ventajas que el proceso al carbón, es decir acabado y calidad de la imagen) resultaba complicada y cada vez más costosa. Hacían falta otros métodos para que un número creciente de fotógrafos tanto aficionados como profesionales, base de un gran mercado creciente, pudiesen tirar sus propias copias en color.

Uno de dichos métodos nació de la fusión de dos primitivos descubrimientos de la fotografía: el papel desprendible (o película) y el virado de copias en blanco y negro.

El papel desprendible consistía en una emulsión para copias normal, a base de bromuro, recubierta por una subcapa de gelatina que se ablandaba fácilmente en agua templada. Tras el lavado, se podía desprender la imagen del papel y recolocarla sobre otro trozo de papel. El papel desprendible Kodak Transferotype (y el posterior papel desprendible húmedo de Kodak), así como el papel desprendible Ilford Ortho, estuvieron en venta hasta finales de la II Guerra Mundial.

El virado de copias de blanco y negro sobre bromuro consiste en un postratamiento químico que transforma la plata metálica negra de dos maneras. La plata puede convertirse químicamente en una sal que luego se puede teñir, o también se puede convertir en un metal de color diferente. Los métodos de teñir y virar y de conversión de la plata fueron muy populares hasta los años 70, existiendo numerosos dispositivos para virar en sepia, azul, rojo, verde y diversos tonos intermedios.

La aplicación de estos dos primitivos descubrimientos a la fotografía en color fue inicialmente sugerida por G. Selle en 1899. Propuso que se tirasen tres copias sobre bromuro a partir de negativos de separación. Como la propia plata no se teñía bien, esas copias al bromuro podían transformarse químicamente en una sal metálica capaz de retener los tintes de manera más permanente. Las copias positivas de separación se teñirían luego de amarillo, magenta y cyan. Y tras el teñido, se blanqueaban las copias y se lavaban para eliminar las sales y dejar los tintes en su sitio. Posteriormente se desprendían de sus bases de papel y se transferían las imágenes registradas a una sola copia. Vamos todo un proceso lento y muy laborioso.

La dificultad de este laborioso método consistía sobre todo en encontrar un juego de tintes que, una vez unidos, proporcionaran una reproducción en color fiel y equilibrado. La mayoría eran demasiado rojos, lo que daba a las copias de la época un tono global excesivamente cálido.

Arthur Traube, químico investigador alemán de origen judío, comenzó en 1904 a investigar un conjunto equilibrado de tintes de color. En 1914 logró perfeccionar un proceso de teñido de plata, pero sus dificultades personales y de trabajo en la Alemania de aquella época le impidieron publicar sus resultados e incluso patentar sus descubrimientos. Trabue emigró a Estados Unidos, donde introdujo en la década de los veinte el proceso Uvachrome de transparencia en tres colores y el método de tiraje de copias Uvatype, basados ambos en el principio del teñido-virado de la plata. En 1935, la empresa Defender Photo Supply, de Rochester (Nueva York), introdujo el juego Chromatone Process.

Para tirar una copia en color, el fotógrafo exponía tres copias al bromuro sobre papel desprendible, o bien a través de tres negativos de separación en la cámara o bien a partir de una transparencia de color en la ampliadora. Luego se blanqueaban, se teñían de los colores adecuados con sustancias químicas Chromatone, se desprendían de sus bases de papel y se colocaban en registro o sobre una única base de papel.

Sin embargo, las copias en Chromatone y las de su competidor Neotone ofrecían unos resultados menos brillantes en comparación con el proceso de carbro.

No obstante, ambos procesos necesitaban más tiempo y espacio de los que los fotógrafos medios estaban dispuestos a emplear. En enero de 1942 Kodak anunció la aparición de su servicio de tiraje de copias a color Kodakcolor. Pero esto ya es otra historia.

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