Las fotografías de Pete Turner se reconocen de forma inmediata por su marcado carácter gráfico y por la saturación extrema de los colores. Turner estaba muy interesado en la investigación del color pero aunque es legendario por su dominio del mismo, en una fotografía de Pete Turner podemos encontrar mucho más que color. Hay tratamiento del tema. Hay historias detrás de cada toma. Hay una construcción compositiva y un tratamiento de los puntos de fuga que en ocasiones nos deja con preguntas sobre que encontraríamos más allá de esas puertas, de esas ventanas, de esas dunas.
La fascinación por la fotografía le vino joven. A los 14 años ya comenzaba a realizar sus primeras incursiones en el mundo fotográfico. Turner asistió a una de las escuelas de fotografía más reconocidas, el Instituto de Tecnología de Rochester. Después de la graduación paso una temporada por el ejército en la cual fue asignado al Centro de Fotografía de Combate (Signal Corps Photographic Center) de Astoria (Queens – Nueva York). Donde se hizo cargo del laboratorio fotográfico, lo cual le permitió poder experimentar con formas innovadoras de impresión en color. El trabajo en para el ejército no le resto la posibilidad de poder investigar y explorar los fines de semana por Manhattan con su cámara.
Una vez terminada tu etapa como militar Turner se embarcó en un viaje a través de África patrocinado por la Airstream Trailer Company, icónica compañía americana de remolques y caravanas muy conocidas por su diseño de aluminio pulido y redondeado. Siendo parte de esta caravana de vehículos, 43 más concretamente, viajó desde Sudáfrica a Egipto haciendo fotografías. El resultado de la misma fue una gran biblioteca de imágenes coloristas y extremas que le valieron para abrirse las puertas de para trabajos publicitarios y en revistas como Esquire, Holiday, Look y Sports Illustrated.
En su carrera, Turner hizo de todo: campañas publicitarias, ilustraciones editoriales, libros fotográficos de autor, portadas de discos, eventos deportivos y celebridades. Su trabajo puede encontrarse en colecciones privadas, museos y galerías y ha apareció en todas las revistas más importantes del momento.
A lo largo de su carrera, el color fue una constante. “El color es lo que me atrae a una escena“, dice, “pero tiene que haber más que color: tiene que haber contenido. Pero el contenido a menudo es difícil de encontrar cuando se trabaja con colores muy gráficos y diseño muy audaz, por lo que se tiende a confiar en el color. Algunos fotógrafos te dirán, si tiene problemas, busca el color, lo que significa que si no puede encontrar contenido, deja que el color cargue con el peso. Pero una vez que llegas a cierto nivel, vuelves al contenido”.
La alteración de la realidad que Pete Turner realizaba a sus fotografías era extraordinaria, todo esto en una época muy anterior al Photoshop. Turner manipulaba habitualmente los colores para aportar matices saturados a sus fotografías. “¿Qué he hecho mal?“, decía Turner,” Nada, creo. Estoy constantemente sorprendido de que haya tantos fotógrafos que rechacen manipular la realidad, como si eso estuviera mal. ¡Cambia la realidad! Si no lo encuentras, ¡invéntalo!”.
Turner, todavía estaba en el ejército cuando descubrió su fascinación por las portadas de discos. Encontrando en ellas el soporte ideal para la aplicación de sus propias fotografías. Desde su primera portada, para el álbum “Wave” del músico brasileño Antonio Carlos Jobim, Turner llegó a firmar más de 80 trabajos para portadas de discos incluidos algunos de los álbumes de jazz más notables. Todas ellas recogidas en el libro “The Color of Jazz” de 2006.
El color
Como ya hemos comentado Pete Turner estaba muy interesado en la investigación y el desarrollo de la expresividad por medio del color. Turner recurría al empleo de una paleta de color básica en sus fotografías, incluso llegando a dejar a un lado la preocupación por el realismo. Solía fotografiar áreas planas interesantemente coloreadas y sin tono ni detalles, dando lugar a tomas más cercanas a la serigrafía o a los carteles que a una fotografía. Turner amplió las posibilidades de la fotografía en color mediante el uso de filtros y la reproducción de dispositivas. Trabajaba casi exclusivamente con Kodachrome de 35mm, llegando disponer en su bolsa de trabajo de más de 100 filtros distintos.
El concepto de la fotografía de Turner, podríamos decir que se plantea en el uso de un sujeto original únicamente como materia prima sobre la que aplicar una serie de transformaciones, ya sean con el uso de filtros, exposiciones extremas o incluso múltiples exposiciones. Sus obras nos ofrecen un color más directo, más abstracto y más sintético.
“Me encanta la fotografía en blanco y negro, pero de alguna manera me sedujo el color, recuerdo haber ido a la tienda de suministros de arte cuando era niño y mirar cajas de pintura de acuarela y pensar: Estas son hermosas”.
