«Si pudieran ver por sí mismos cómo deja el fósforo blanco la cara a un niño, el inexpresable dolor que causa un sólo disparo, o cómo la esquirla de un obús arranca la pierna de una persona… […] comprenderían que nada justifica que eso le ocurra a una persona, y mucho menos a miles»

Estas palabras, pronunciadas por el gran fotógrafo de guerra James Natchwey en el documental War photographer (2002), definen con exactitud la esencia del fotoperiodismo, su naturaleza y, por sí mismas, su imperiosa necesidad:

«Es por eso que van los fotógrafos, para crear imágenes impactantes que contrarresten el efecto de los medios y acaben con la indiferencia»

El haber sido tiroteado en Tailandia y herido por una explosión en Bagdad no ha evitado que siga en activo.

Larry Burrows - fotógrafo Vietnam
Larry Burrows

El fotoperiodismo, como género que capta la realidad tal y como se presenta, sin aditivos, con la intención de ser un medio de información, fue notable ya en el siglo XIX, pero consigue su máxima expresión con las brutales y gigantescas guerras del siglo XX. Aunque hemos considerado el periodo 1930-1950 como la Edad de Oro del reportaje fotográfico, la crudeza e impacto de las guerras de Indochina y Vietnam destacan en nuestro archivo de la memoria del horror.

Ambas guerras, distintas en nombre pero consecuencia una de la otra, localizadas en el mismo territorio y seguidas en el tiempo sin interrupción (1945-1954 y 1955-1975, respectivamente), configuran uno de los mayores paisajes del terror del siglo XX. A través del trabajo del fotoperiodista se convirtieron en las más emblemáticas, impactantes y con mayores efectos en la opinión pública y los gobiernos. Más crudas y menos épicas que mucho del trabajo fotográfico más reconocido de la Segunda Guerra Mundial. El fotógrafo trajo a la primera plana el rostro de la guerra y borró de inmediato la frialdad de los números y la lejanía. No es posible entender la evolución de las guerras de Vietnam sin la influencia de la fotografía de guerra y su capacidad de inmortalizar instantes que, en su momento, tuvieron más impacto emocional que la televisión.

Horst Faas - fotógrafo Vietnam
Horst Faas

Robert Capa se consideraba “en paro” cuando recaló en Indochina, en 1954, para retratar el horror humano. Allí murió al pisar una mina, lo que nos mostró, por un lado, la fortaleza moral del fotoperiodista que va donde haga falta para enseñar la cruda verdad; por otro, su fragilidad, ya que ser el fotógrafo más famoso del mundo no evitó su muerte.

Cientos de héroes anónimos arriesgaron sus vidas por informar con sus cámaras. Nombres desconocidos para la mayoría, pero de obra imborrable. ¿Acaso alguien puede olvidar al budista en llamas, de Browne, o la ejecución del guerrillero, de Eddie Adams? ¿Y quién no se estremece con la “niña del napalm”?

Eddie Adams - fotógrafo Vietnam
Eddie Adams

 

Tim Page - fotógrafo Vietnam
Tim Page

 

Henri Huet - fotógrafo Vietnam
Henri Huet

Link de interés: AP PHOTOGRAPHER HORST FAAS

Link de interés: WEB TIM PAGE

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