Somos muchos los aficionados a la fotografía analógica y muchos de nosotros aún disfrutamos con la sorpresa que produce revelar un rollo. Esperar por ver la imagen que hemos plasmado. Y tener en nuestras manos cámaras fotográficas que son auténticos tesoros.
Muchos a los que poder borrar sobre la marcha las imágenes y tomar otras para seguir probando no nos llena del todo.
Nos falta la curiosidad y el misterio que recubren la cámara oscura de los fotógrafos y poder captar cada momento con alguna de nuestras maravillosas cámaras de fotos analógicas.
Si sois tan apasionados como nosotros, seguro que ya estáis pensando en crear una colección de cámaras para poder elegir aquella que mejor os venga cada día. Vamos a echaros una mano, y os explicaremos por dónde empezar la colección.
La buena noticia es que muchos fotógrafos, de profesión o por afición, se están pasando a la fotografía digital, por lo que venden a muy buen precio (o incluso regalan) equipos de muy buena calidad y que han sido usados hasta hace unos días.
Lo primero que hemos de pensar es cuánto dinero estamos dispuestos a invertir en adquirir las cámaras analógicas. Como hemos dicho, los precios son bajos, por lo que no tendría que ser una gran suma.
Pero ¿y qué cámara quiero? En la fotografía analógica existen gran variedad de formatos y de estilos, por eso hemos de leer opiniones y consultar a expertos para que nos recomienden uno u otro equipo. Las más comunes son las cámaras que utilizan películas de 35 mm y las de 120 mm, como las TLR y las de formato medio.
Precisamente las películas pueden ser un quebradero de cabeza. Y es que con el descenso de usuarios de fotografía analógica, cada vez es más difícil encontrar formatos poco estandarizados. Así que, antes de comprar una cámara de fotos analógica, entérate bien dónde podrás adquirir las películas. Hay muchos sitios en internet que venden rollos de fotos, pero ya no están todas los tipos de películas que existieron en el mercado y por un precio asequible.
Ahora que ya hemos encontrado una cámara, que tenemos dónde comprar los carretes, es importante comprobar que funciona. Mejor poder tenerla en tus manos antes de comprarla. Hay que hacer un repaso al obturador, al anillo de apertura, si avanza la película correctamente o si el exposímetro realiza su labor. En caso de estar dañada, podrías valorar si merece la pena arreglarla.
Otro punto en el que debes tener cuidado es en saber si la cámara utiliza baterías para funcionar. Hoy en día, es difícil encontrar reemplazo para ellas si se estropean.
Para empezar a buscar, puedes probar en mercadillos y anticuarios, en Internet o en laboratorios de fotografía. ¡Suerte con tu búsqueda!
