Joan Colom es un fotógrafo que busca la emoción con su cámara. Nacido en 1921 en Barcelona, es uno de los pioneros de la composición de series de fotografías. El máximo reconocimiento a su obra lo obtuvo al final de su carrera: en 2002, Joan Colom recibió el premio Nacional de Fotografía; en 2003, la Medalla de Oro al Mérito Cultural de Barcelona; y en 2004, el Premio Nacional de Artes Visuales, concedido por la Generalitat de Cataluña.
A través de las fotografías de Joan Colom podemos conocer la vida de la postguerra en Barcelona, con todo su realismo y su crudeza. Sus trabajos, en la calle retratando la vida de las personas, le han hecho ser reconocido como uno de los pioneros del fotoperiodismo en nuestro país.
Colom había estudiado Contabilidad, pero su curiosidad le llevó a formarse como fotógrafo de forma autodidacta. En 1957 fue cuando su cámara se convirtió en compañera de trabajo y de viaje, formando un dúo que dejó constancia gráfica de la realidad de Barcelona de la postguerra y de la reconversión industrial.
En su afán por retratar la realidad de la Barcelona de la segunda mitad del siglo XX, Joan Colom tomó fotografías casi en la clandestinidad en el Barrio Chino de Barcelona en los años 60 del siglo pasado. Estas imágenes, tomadas en blanco y negro y que retratan a gente de la calle, se han convertido en auténticos iconos para su generación.
Su trabajo durante cinco décadas fue en silencio, casero y privado. Fotografió a prostitutas y a sus clientes: una de sus fotografías fue portada del libro “Izas, rabizas y colipoterras” de Camilio José Cela, lo que le valió una denuncia por parte de la prostituta retratada en la misma.
La afición de Colom por retratar a mujeres de la calle está presente en toda su obra. Juega con la ambigüedad de dar al espectador la visión de la realidad que tiene la prostituta, pero la chulea, explotando su imagen.
Joan Colom es, además, capaz de colarse en los momentos más importantes de la vida diaria, pasando desapercibido. Puede sacar una foto de un esposado, retratando las esposas a menos de 20 centímetros, pero sin que nadie de los presentes se dé cuenta de que está tomando esa imagen.
Colom supo homogeneizar el mundo de la calle como ningún otro fotógrafo lo ha hecho. En su obra se retrata toda la marginalidad, personalizándola en prostitutas, pero también en sin techo, mendigos y toda la fauna urbana que puebla las calles de Barcelona.
A partir de 1990 Colom comienza a trabajar con la fotografía en color, dándole una nueva perspectiva a su obra. Sin duda, una de las más importantes de este siglo para entender la vida de hace apenas 50 años.
Link de interés: Museu Nacional d’Art de Catalunya – Joan Colom