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El documentalismo íntimo, Lee Friedlander

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En 1967 John Szarkowski, como director del Departamento de Fotografía del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), reunió en una exposición a Garry Winogrand, Diane Arbus y Lee Friedlander. Esta exposición denominada “New Documents” fue clave para definir a estos como los nuevos lideres de toda una generación de jóvenes fotógrafos documentales norteamericanos.

Como introducción de esta exposición el propio John Szakowski escribía: “En la década pasada, una nueva generación de fotógrafos ha redirigido la técnica y la estética de la fotografía documental hacia unos fines más personales. Su objetivo no ha sido reformar la vida sino que la conozcamos, no convencer sino entender. El mundo, a pesar de sus horrores, se plantea como la última fuente de asombro y fascinación, no menos valioso por ser irracional e incoherente.

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A Lee Friedlander se le puede considerar el máximo exponente de una fotografía diarística. El volumen de su obra puede considerarse un diario de todo lo norteamericano. Paisajes naturales, calles, músicos, gente, moteles, comercios, incluso él mismo y su propia familia, han formado parte de los temas tratados en sus fotografías. En sus fotografías Lee Friedlander trataba el presente como un acertijo, como algo complejo que obliga a optar por una exploración no convencional de la vida y del paisaje social.

La fotografía de Lee Friedlander documenta el panorama callejero diario de las ciudades y pueblos de norteamericanos desde una motivación personal ofreciéndonos una visión documental y emocional. En muchas ocasiones su fotografías utilizan el mobiliario urbano para crear una composición alejada de formalismos pictóricos incluso añadiendo característicos autorretratos estudiadamente parciales.

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Nacido en Aberdeen en 1934, Lee Friedlander estudió fotografía en el Art Center College of Design de Pasadena (California). Siguiendo los consejos de su amigo Edward Kamiski, se trasladó a Nueva York donde conoció a Robert Frank, Garry Winogrand, Walker Evans, Diane Arbus y Helen Levitt. Mientras, como otros de su generación, se ganaba la vida fotografiando para revistas iniciaba su camino en la fotografía documentalista realizando tomas de las calles de Nueva York. También de encargo son sus retratos para portadas de discos de músicos de jazz, llegando a ser el fotógrafo de Atlantic Records durante estos años. En 1963, el International Museum of Photography de George Eastman House montó su primera exposición en solitario, donde se encontraban sus primeras exploraciones sobre el paisaje urbano norteamericano.
Gracias a una beca otorgada por la John Simon Guggenheim Memorial Foundation , Lee Friedlander pudo realizar uno de sus trabajos más significativos recogido en el libro “The American monument” y en la exposición “The nation’s capital in photographs”.

Como muchos fotógrafos documentalistas de la época Lee Friedlander trabajó en formato de 35 mm, en su caso usando una cámara Leica y película blanco y negro, aunque en sus últimos trabajos ha optado por el medio formato de la Hasselblad Superwide.

En el año 2005 el MOMA realizó una exposición retrospectiva de su obra y recibiendo este mismo año por parte de la Fundación Hasselbland el premio Hasselbland Internacional.

El propio Lee Friedlander resumía su trabajo con las siguiente reflexión: “Me fascina que haya una variedad de sensaciones sobre lo que yo hago. No soy un fotógrafo premeditado. ‘Veo’ una un fotografía y la hago. Si tuviera la ocasión, estaría disparando a todas horas. No tienes que ir a buscar fotografías. El material es generoso. Sales y las imágenes te buscan a  cada paso.

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