Si hiciéramos una lista con los personajes más influyentes del siglo XX es muy probable que Andy Warhol, gurú del pop art, fuera nombrado incluso por el ciudadano poco o nada interesado en el mundo del arte. Sin embargo, el brillo de su polémica vida y su obra revolucionaria parecen dejar en tinieblas algunas de las facetas de su genio. Por ejemplo, a veces no somos conscientes de la importancia que la obra de este fotógrafo sin instrucción tuvo para la historia de la fotografía.
Nacido de emigrantes eslovacos en 1928, a los diez años el joven Andrew Warhola usó una Kodak Brownie para comenzar a retratar el mundo. Según él mismo admitiría más adelante, en el desarrollo de sus gustos y habilidades tuvo una importancia capital el hecho de que quedara postrado en la cama durante buena parte de su infancia por sufrir corea de Sydenham -el llamado baile de San Vito-. En esa etapa dibujaba, escuchaba la radio y coleccionaba fotos de famosos.
La relación de Andy Warhol con la fotografía dio un vuelco en 1962, cuando una Polaroid Big Shot le mostró las ventajas de la fotografía al instante. Con esta cámara conseguía captar el simbolismo tras la superficialidad de un objeto de consumo o de un rostro famoso. Warhol tenía una forma especial de ver el mundo y su aproximación fotográfica a la pintura tiene todavía hoy una importante influencia en la fotografía artística.
En realidad, para este hombre seducido por la vanguardia, el plástico, el comportamiento sintético y lo inmoral, las instantáneas obtenidas con su Polaroid eran sólo bocetos que le permitirían obtener después sus populares litografías. Sin embargo, el paso del tiempo ha sabido otorgar a su peculiar visión de la fotografía un interés artístico por sí misma y las polaroids de Warhol se han convertido en objetos de culto para coleccionistas o seguidores.
Aunque aparecen imágenes de animales y objetos de la vida cotidiana, así como de algunas personas anónimas, la mayoría de las fotografías son retratos de famosos de su época: músicos como John Lennon o Mick Jagger, deportistas de la talla de John McEnroe, O. J. Simpson o Cassius Clay, y una larga lista de personas relacionadas con el espectáculo, como Alfred Hitchcock, Liza Minnelli o Marilyn Monroe.
Pero la faceta de Andy Warhol como fotógrafo ha sido poco explorada por estudiosos de su obra. Y es una lástima, puesto que aunque no ocupa en su carrera la misma importancia que las aportaciones al cine o a las artes plásticas, su particular perspectiva amplía su faceta como creador de un arte propio. Para conocer a Warhol habría que mirar el mundo con sus propios ojos, pero lo máximo a lo que podemos aspirar es a contemplar las instantáneas que tomó.
Link de interés: Wikipedia Andy Warhol
Link de interés: Arte y fotografía: las polaroids de Andy Warhol
